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OPINIÓN | Lewis Mejía Prada: Dos víctimas que pudieron evitarse

Si bien es cierto que a veces es necesario que los padres salgan a trabajar o a realizar otras gestiones, también deben conocer y prever el peligro existente.

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03/08/2019 / Exitosa Noticias / Columnistas / Actualizado al 09/01/2023

La historia se repite y, lamentablemente, no debería volver a ocurrir: dos niños perdieron la vida hace apenas 48 horas dentro de una vivienda que se incendió en un sector del distrito de San Juan de Lurigancho, mientras los padres habían salido de casa.

Esta vez fue en el sector de Bayóvar. Pero en enero de 2016, una emergencia de similares características causó la muerte de otros dos menores de edad en una edificación de la calle Jorge Basadre en ese mismo distrito.

En diciembre de 2017, dos días después de la Navidad, otros dos chicos, de 4 y 2 años de edad, murieron quemados en un solar de Barrios Altos. Y a principios de este mismo año 2019, en febrero, dos hermanitos perecieron calcinados en una quinta en el jirón Colón, en el Callao.

Llama la atención la sucesión de accidentes con características similares, es decir hijos que son dejados en casa, encerrados bajo llave, en condiciones de inseguridad ante los siniestros, y que mueren a consecuencia de ello.

¿Podemos hacer algo para evitarlo? Los Bomberos Voluntarios pensamos que sí. En primer lugar, jamás se debe dejar a un niño, por más maduro que nos parezca, solo y encerrado en una casa, menos aún al cuidado de un adulto mayor o de una persona con discapacidad, que en caso de emergencia poco o nada podrán hacer para salvarle la vida.

Si bien es cierto que a veces es necesario que los padres salgan a trabajar o a realizar otras gestiones, también deben conocer y prever el peligro existente, y buscar una solución adecuada. Como, por ejemplo, encargarlos en casa de un familiar cercano o una vecina de confianza.

También es necesario que el barrio pueda organizarse en brigadas de prevención y extinción de incendios, cuyos integrantes sepan qué hacer en caso ocurra una inflamación de una cocina, un corto circuito o una fuga de gas, que son los principales factores que provocan los incendios.

La organización popular puede hacer mucho para reducir la cantidad de lamentables accidentes que destruyen hogares y nos llenan de tristeza. Los dirigentes comunales tienen la palabra.

Recuerden que las Compañías de Bomberos del distrito pueden compartir información valiosa al respecto, e inclusive brindar talleres de capacitación para organizarlos y hacerles saber qué hacer en caso de una emergencia.

Y, sobre todo, prevenir con la educación. Nuestros hijos deben conocer los peligros de jugar con los fósforos y las velas encendidas, y la importancia de no recargar las instalaciones eléctricas o acumular materiales inflamables. Igualmente, de conocer las rutas de escape para salir rápidamente en caso sea necesario.

Lo ideal sería tener un extintor en cada casa y, sobre todo, saber usarlo. Pero como el precio puede ser una limitación, podemos tener baldes con arena. Nos queda la opción de prevenir antes que lamentar, supervisando las condiciones de inseguridad entre los vecinos.

Y de darse un fuego sin control, llamar rápidamente al teléfono 1-1-6 de los Bomberos Voluntarios.