Caral, una visión de vida en armonía con la diversidad

¿Qué diferenciaba a la civilización Caral de otras que comenzaron a florecer en ese entonces? A que en sus doce antiguos centros urbanos, en Caral no se hallaron ni armas ni muros que podría indicar que su sociedad no tuvo que atacar o defenderse, como sí sucedió en otras civilizaciones contemporáneas de ella. Por ello se dice que en Caral primó el respeto, la paz y la armonía.

“No hemos encontrado ciudades amuralladas, como sí las hay en el Viejo Mundo, no hemos encontrado armas... En la civilización Caral se mantuvo una reciprocidad, el interés de generar intercambios con beneficio compartido”, sostuvo la doctora Ruth Shady Solís, directora de la Zona Arqueológica Caral (ZAC), Unidad Ejecutora 003 del Ministerio de Cultura.

“La cultura de paz, de vivir en armonía con la naturaleza y entre los seres humanos, fue una visión de vida de nuestras sociedades ancestrales”, agregó la principal investigadora de Caral.

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De acuerdo con las investigaciones arqueológicas, en Caral hubo una visión de vida en armonía que respetó la diversidad cultural, étnica e ideológica. También se han encontrado evidencias de la relación intercultural, transversal y a larga distancia, “pues se hallaron productos provenientes de costa, sierra y selva”. Entre ellos, se recuperaron conchas de Spondylus, de las aguas tropicales del Ecuador, y sodalita que abunda en el altiplano de Bolivia.

“Hacían ceremonias, hacían rituales, se hablaba del buen vivir, había la participación organizada de las poblaciones (...) esa integración nos falta recuperar, la vida en armonía debe recuperarse. Y no exterminarnos entre nosotros, ni extinguir el planeta”, comentó la arqueóloga Shady Solís.

Entre el 28 y 29 se conmemorará el 28 aniversario del inicio de las investigaciones sobre la Civilización Caral y la puesta en valor de la Ciudad Sagrada de Caral, su principal centro urbano, desarrollado hace cinco mil años (3000 - 1900 a. C.) en el valle de Supe, provincia de Barranca.

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