Nicolás Lúcar: "Cambiemos el modelo económico, o se puede venir algo peor que lo de Chile"

En Perú se nos dice que el modelo económico es un éxito, porque tenemos índices de crecimiento macroeconómico espectaculares. Pero, ¿cómo un modelo económico puede ser exitosos y la gente la esté pasando tan mal? O sea, tú haces un modelo económico para que la gente esté bien.

Cómo un modelo económico puede ser exitoso, si la gente recibe una educación de porquería, que no la arma para el futuro y que es lo más antidemocrático que puede haber, porque lo que iguala en las sociedades modernas es la educación.

Cómo un modelo económico puede ser exitoso, si en el sistema de salud te mueres esperando una cita. No hay gasas, no hay medicamentos, no hay médicos ni enfermeras suficientes. No hay lo que debería haber.

Cómo un modelo económico puede ser exitoso, si la gente pierde entre tres y cuatro horas de su vida al día en el transporte público. Eso es una violación a los derechos humanos de la gente, porque no hay derecho a que la gente sea maltratada de esa manera al movilizarse en el transporte público.

Bajemos a la realidad, porque lo que tenemos es un modelo económico que ha producido, como en Chile, gente que se ha beneficiado de una manera extraordinaria, donde el Estado ha renunciado al manejo de los recursos naturales, que se supone que son de todos los peruanos, y se los ha entregado a un grupo de trasnacionales y a peruanos privilegiados.

Y la mayor parte de la gente está trabajando sin derechos sociales, sin perspectiva de una jubilación digna, es decir, tenemos un país donde la clase media empobrecida vive al borde de la pobreza, y donde los pobres viven al borde de la extrema pobreza.

Hay que hacer una modificación de este modelo económico que está mal construido. Y hay dos caminos para cambiar las cosas: o el próximo Congreso que se instale empieza esta discusión, o agárrense porque se nos viene algo igual o peor a lo de Chile.

Acá hay Sendero Luminoso. Una explosión social como la de Chile en el Perú puede terminar en un baño de sangre. Estamos avisados, o cambiamos las cosas a las buenas, o el futuro del país será de terror.