11/05/2025 / Exitosa Noticias / Exitosa perú / Actualizado al 11/05/2025
El fotógrafo trujillano Jorge Montoro narró a Exitosa Noticias su anécdota con Robert Prevost cuando era sacerdote en la "Ciudad de la Eterna Primavera". El hoy sumo pontífice le obsequió un inolvidable recuerdo durante su estadía en nuestro país.
La relación del ahora papa León XIV con el Perú es inquebrantable. En su primer discurso desde el Vaticano, recordó a sus fieles chiclayanos y en especial a la Diócesis de la ciudad ubicada en Lambayeque.
Inmortaliza momentos gracias al papa León XIV
En entrevista con nuestro medio, Jorge Montoro contó que Robert Prevost le regaló una cámara fotográfica para que pueda seguir inmortalizando momentos en Trujillo, gesto que perdurará para siempre en el fotógrafo oriundo del norte del Perú.
En ese sentido, recuerda que el papa número 267 de la historia le hizo entrega del aparato en la Parroquia Santa Casia, recinto católico que el mismo Prevost fundó para inculcar la fe en Dios en todos los trujillanos.
"Lo que pasa es que yo siempre iba a todas las misas que oficiaba en todos sitios, lo saludaba, le pasaba la voz, 'hola coco' me decía, porque él conoce a mi mamá (...). Un día cuando termina su misa, me ve allí y me dice: 'esto es para ti', yo me sorprendí, 'gracias, padre', le dije", nos comentó.
Más recuerdos de su paso por Trujillo
La señora María Yopla recordó que Robert Prevost puso de sus propios recursos para construir la Parroquia Santa Casia y que cada vez que regresaba al Perú siempre se dirigía al lugar de culto para orar por todos sus vecinos en general.
Por su parte, el padre Ramiro destaca las cualidades del ahora papa León XIV. Asimismo, cuenta que es una persona muy preparada, puesto que, es también matemático y doctor en Derecho Canónico.
"En cuanto a los estudios se refiere, él era muy exigente con nosotros. Aquí vivíamos, compartíamos la misa todos los días y también nos trasladaba hacia un seminario que él mismo manejaba", nos narra.
De esta manera, siguen apareciendo más anécdotas de la imborrable presencia de Robert Prevost en nuestro país, principalmente en el norte peruano donde esperaba su pronta visita, ahora como Santo Padre.