30/10/2025 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 30/10/2025
En un nuevo operativo conjunto contra la informalidad, más de 300 agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) y del Ministerio Público incautaron 13 predios de un presunto clan familiar que estaría dedicado a los delitos de contrabando y piratería.
El accionar se llevó a cabo desde tempranas horas del jueves 30 de octubre en la cuadra 4 del Jr. Tarata y en la cuadra 12 del Jr. Puno (Cercado de Lima), así como en los distritos de La Victoria y San Juan de Lurigancho.
Presunto lavado de dinero para adquirir predios
De acuerdo con las primeras informaciones preliminares, la red familiar bajo investigación habría operado de forma sostenida e ilícita entre los años 2009 y 2018, período durante el cual incrementó considerablemente su patrimonio, puesto que, habrían evadido impuestos para importar productos, principalmente juguetes, provenientes de países del sur de la región.
Es modus operandi era poner a la venta los productos en importantes puntos de comercio, como, por ejemplo, el Mercado Central, para obtener importantes sumas de dinero, y adquirir bienes en el emporio de Gamarra, la zona de Mesa Redonda y en algunos mercados de San Juan de Lurigancho.
En ese sentido, la medida de incautación en los 13 predios fue ordenada por la Fiscalía Especializada en Lavado de Activos del Ministerio Público, con presencia de los representantes de la SUNAT.
La PNP confirmó que varios de los intervenidos cuentan con antecedentes por delitos aduaneros. Si bien es cierto que el monto total del dinero involucrado se mantiene bajo reserva, las autoridades resaltaron que la investigación ha sido posible gracias al carácter reservado del seguimiento por casi una década. Además, no se descarta que personal aduanero de la SUNAT esté involucrado en el ilícito.
Falta de fiscalización en el Centro de Lima
Los locales intervenidos funcionaban como almacenes, los cuales al parecer no contaban con licencia de funcionamiento por parte de la Municipalidad Metropolitana de Lima. En ese sentido, se evidencia la falta de fiscalización y control por parte de las autoridades.
Durante el último fin de semana, se registraron dos incendios de medianas magnitudes en los jirones Junín y Huanta, dejando importantes daños las infraestructuras, poniendo en peligro a las edificaciones aledañas.
En marzo último, se registró un siniestro de grandes proporciones en un edificio que operaba como almacén en el Jr. Andahuaylas, el cual afectó a toda una quinta y debido a los daños tuvo que ser demolida por completa.
Los vecinos de la zona y comerciantes formales exigen mayor control a las autoridades, considerando que en pocas semanas empezará una nueva campaña por fin de año, la cual incrementa el flujo de visitantes a diario, principalmente en todo el mes de diciembre.

