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Manos de oro

De Ayacucho para el mundo: Artista convierte cajas de fósforo en hermosos retablos

¡Arte peruano! Conoce la historia del artista ayacuchano Alberto Ayala quien, con más de 40 años de trayectoria artística, convierte una simple caja de fósforo en un hermoso retablo ayacuchano.

Trabajo realizado a mano por Alberto Ayala Parco.
Trabajo realizado a mano por Alberto Ayala Parco. (Exitosa)

07/04/2023 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 07/04/2023

Alberto Ayala es un artista ayacuchano que es capaz de convertir una caja de fósforo en un hermoso retablo de Ayacucho, una de las expresiones de arte más reconocidas en el Perú. Además de tener un gran talento y precisión en las manos, utiliza otros materiales como papa y yeso para esculpir sus propias piezas.

"No utilizamos moldes", señaló el retablista, quien asegura que desarrolló este talento gracias al maestro Florentino Jiménez y su hijo Unicario, dos hombres del ande que le enseñaron a esculpir estas finas piezas cuando llegó del campo a la ciudad de Huamanga. 

Artista ayacuchano convierte cajas de fósforo en hermosos retablos

Las obras de Alberto Ayala se caracterizan por estar 100% hechas a mano. "Es un trabajo delicado y requiere mucha paciencia!", narró. Para contactar a este talentoso peruano, llamar al: 948 037 635.

Para el artista experto en miniaturas, sus obras representan las tradiciones religiosas, las costumbres, las historias de los hombres y las mujeres del ande peruano. En este pequeño espacio, también busca demostrar los sentimientos reflejados en diferentes personajes. 

Pulso ayacuchano

Las cajas de fósforo pintadas con delicadeza no estarían completas sin los personajes del retablo. Para ello, Ayala mezcla papa sancochada con yeso de construcción para formar una especie de plastilina. Esta masa color beige servirá luego para darle vida a las figuras de estas hermosas obras. 

La precisión de Alberto se canaliza a través de un pequeño palo de madera, que sirve para definir los detalles los pequeños hombres, mujeres, flores, y otros accesorios que albergan los retablos. 

Un trabajo de oro que no es valorado

Brigida, esposa de Alberto, detalló a Exitosa que ambos se desvelan creando estas delicadas piezas. No obstante, se topan a diario con compatriotas que cuestionan el valor de sus obras.

"Es mucho trabajo, demora, pero aun así no nos consideran", señala. "El que compra dice: ¿Qué cosa tiene? ¿Televisión? ¿Tanta cuesta?". "Así es el trabajo, desde la noche, para salir adelante día a día", sostuvo.

Para disfrutar y comprar una de las obras de este talentoso peruano, puede comunicarse al 948 037 635. También puede visitar el Jr. More 115, Barrio de Santa Ana, en Huamanga (Ayacucho). El lugar de trabajo del retablista se ubica al costado de la escuela nacional de suboficiales.

Retablos ayacuchanos

La historia señala que los primeros 'retablos' surgieron en las iglesias católicas tanto de España como en Latinoamérica. La tradición española de tener altares portátiles y nacimientos fue muy bien acogida en el mundo andino. 

En la década de 1940, artistas ayacuchanos e intelectuales limeños de la corriente indigenista impulsaron el renacer de este arte. El retablo lleva mucho trabajo y uno de los aspectos básicos es el de la preparación de la pasta para el moldeado de las figuras.

Cabe precisar que, en el 2019, el Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos, las técnicas y la iconografía asociados a la producción del Retablo Ayacuchano.