04/12/2025 / Exitosa Noticias / Exitosa perú / Actualizado al 04/12/2025
La promoción de 5to B de la I.E. San José de Moro, de Pacanga (La Libertad), vivió este miércoles 3 de diciembre un episodio que refleja la confusión normativa en el distrito de Pimentel. Los escolares habían planificado realizar su sesión fotográfica en la playa y el muelle, pero fueron intervenidos por efectivos municipales que exigieron un permiso previo para continuar con la actividad.
Ante la situación, decidieron modificar su ruta y trasladarse a Puerto Eten, evitando mayores inconvenientes. El hecho se produjo apenas un día después de que el alcalde de Pimentel, Enrique Navarro, declarara públicamente que no se requiere ningún pago ni permiso para realizar sesiones fotográficas puntuales en espacios públicos como la playa o el malecón.
Pareja de novios pasó por lo mismo días antes
Este no fue el primer caso. El fin de semana anterior, una pareja de novios denunció que se les prohibió realizar su sesión de fotos en la playa Pimentel, bajo el mismo argumento de que debían pagar o solicitar autorización. El incidente generó indignación y abrió el debate sobre el uso de espacios públicos para actividades que no representan riesgo ni ocupan áreas significativas.
Comunicado municipal y contradicciones
Tras el caso de la pareja, el martes 2 de diciembre durante la noche, la Municipalidad de Pimentel emitió un comunicado oficial señalando que sí se requiere permiso para sesiones fotográficas. Sin embargo, a la mañana siguiente el alcalde Navarro contradijo esa versión, afirmando que no existe tal exigencia.
"En Pimentel no se cobra por tomar fotografías [para] cualquier ciudadano que visite nuestro balneario", señaló el alcalde para un medio local.
La falta de coherencia entre el discurso oficial y la práctica de los agentes municipales ha generado desconcierto entre vecinos y visitantes.
Vecinos denuncian disparidad en la fiscalización
La polémica se agrava al considerar que mientras se interviene a fotógrafos y escolares por actividades inocuas, poco o nada se hace frente al problema del alquiler informal de cuatrimotos en la misma playa.
Vecinos y bañistas han denunciado que estos vehículos circulan libremente, incluso conducidos por menores de edad, poniendo en riesgo la integridad física de los visitantes. La disparidad en la fiscalización evidencia prioridades cuestionables en la gestión municipal.
El caso de la promoción escolar expone la falta de claridad y coherencia en la normativa de Pimentel. La contradicción entre el comunicado oficial y las declaraciones del alcalde, sumada a la intervención de los municipales, refleja un problema de gestión que afecta directamente la imagen turística del distrito.
Mientras se generan trabas para actividades seguras como sesiones fotográficas, se toleran prácticas riesgosas como el alquiler informal de cuatrimotos. La situación exige un criterio técnico y una política de orden clara que priorice la seguridad y la promoción responsable del turismo.