No olvidar
31/05/2025 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 31/05/2025
Hoy, 31 de mayo, se cumplen 55 años del terremoto que sepultó la ciudad de Yungay, ubicada en el departamento de Áncash. Y es que el movimiento telúrico, de magnitud 7.9 en la escala de Richter, provocó el desprendimiento de un enorme bloque de hielo que, al mezclarse con tierra y granito, generó un aluvión que acabó con la vida de más de 70 mil personas.
La peor tragedia en la historia peruana
Eran las 3:23 p.m. cuando la tarde del 31 de mayo de 1970, un devastador terremoto sacudió Áncash. Si bien el epicentro se registró cerca de Chimbote, su efecto fue sentido en diversas ciudades del departamento, siendo Yungay una de las más afectadas debido a que el fuerte movimiento no solo provocó el desplome de más del 80% de viviendas en la zona, sino que también produjo una avalancha en el nevado Huascarán (conocidos por algunos como Ranrahirca) que, al mezclarse con tierra y otros elementos más, generó un aluvión que terminó por sepultar a más de 70 mil personas, dejando, además, más de 20 mil desaparecidos y miles de heridos.
Por esta razón, el terremoto en Áncash es considerado como el evento natural más mortífero en la historia de nuestro país e incluso también de Latinoamérica. Y es que el presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, explicó que el siniestro liberó una energía similar a la de 27 mil bombas atómicas, provocando tres efectos secundarios relevantes: Un tsunami, procesos de licuación de suelos como rajaduras y hundimientos, así como deslizamientos de zonas altas de piedras, tierra, lodo y masas de hielo.
Uno de los momentos más devastadores del terremoto fue el aluvión que en cuestión de minutos sepultó la ciudad de Yungay. El bloque de hielo desprendido del Nevado Huascarán se mezcló con lodo, rocas, tierra y arrasó con todo lo que encontró a su paso. El cementerio de Yungay fue uno de los pocos lugares que logró salvarse de la tragedia debido a que se encontraba en una zona elevada.
Actualmente, la imagen del Cristo Redentor permanece n dicho lugar como un símbolo de esperanza y fortaleza para los habitantes de la región que lograron sobrevivir. Además, representa un recordatorio del terrible momento vivido y la importancia de tomar conciencia sobre este tipo de acontecimientos.
De esta manera, se recordó que un día como hoy, 31 de mayo, se cumplen 55 años del terremoto en Áncash que provocó una avalancha que sepultó a más de 70 mil personas en la ciudad de Yungay.
