28/10/2025 / Exitosa Noticias / Crimen / Actualizado al 28/10/2025
Un nuevo crimen sacudió al Callao en medio del estado de emergencia. Un conductor de transporte público, identificado como José Johnny Eskeche Ningles, de 47 años, fue asesinado a balazos cuando manejaba su unidad de la empresa Liventur en la avenida Néstor Gambetta.
Según la información policial, dos sujetos a bordo de una motocicleta se acercaron al vehículo y le dispararon repetidamente mientras realizaba su servicio. El ataque ocurrió frente a varios testigos y en una zona vigilada por las autoridades debido a las recientes medidas de seguridad.
El chofer, conocido por sus colegas como "Brujito", fue trasladado de emergencia al hospital Alcides Carrión, donde los médicos confirmaron su fallecimiento a causa de las graves heridas de bala. La víctima dejaba tres hijos menores de edad y también se desempeñaba como mecánico, según relataron sus compañeros.
Transportistas indignados bloquean la avenida Néstor Gambetta
Horas después del crimen, transportistas y cobradores decidieron bloquear la avenida Néstor Gambetta, a la altura del paradero Santa Fe, como señal de protesta y exigencia de justicia. En el lugar se desplegaron alrededor de treinta efectivos policiales para evitar enfrentamientos y resguardar la zona.
Los compañeros del fallecido expresaron su indignación ante la ola de violencia que viven los trabajadores del transporte. "Ya estamos cansados, ya son demasiadas muertes", dijo uno de los manifestantes a la prensa, mientras pedía mayor control sobre las motos lineales, señaladas como el principal medio utilizado por los sicarios.
Los manifestantes aseguraron que el plantón se mantendría hasta el día siguiente, exigiendo acciones más firmes de las autoridades regionales y del Gobierno.
"La gente solo quiere trabajar tranquila", repitieron, denunciando que muchos choferes están siendo extorsionados por mafias que cobran cupos a las empresas de transporte.
Críticas al estado de emergencia y pedidos extremos
Durante la protesta, los conductores señalaron que el estado de emergencia no está dando resultados. Pese a los operativos anunciados por el Ejecutivo, aseguraron que los crímenes y extorsiones continúan. "En las noticias se ve control, pero en la calle no", dijo uno de los transportistas visiblemente afectado.
Algunos manifestantes propusieron medidas más drásticas, como la intervención del Ejército o incluso un toque de queda para frenar la violencia.
Otros fueron más allá y exigieron que se implemente la pena de muerte para los asesinos, argumentando que "quien no respeta los derechos humanos, no debería tenerlos".
Los transportistas también reclamaron la ausencia de las autoridades regionales, entre ellas el gobernador Ciro Castillo, y cuestionaron los resultados de las visitas del presidente José Geri al Callao. "¿Dónde están? ¿Qué hacen?", gritaron con frustración.
El asesinato de José Johnny Eskeche Ningles se suma a una serie de crímenes que golpean al Callao pese al estado de emergencia, evidenciando la persistente inseguridad que aqueja a los transportistas y vecinos de la provincia constitucional.

