10/12/2025 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 10/12/2025
La ceremonia del Premio Nobel de la Paz 2025 en Oslo, que distinguió a la líder opositora venezolana María Corina Machado, fue descrita por la vicepresidenta Delcy Rodríguez como un "velorio". La declaración, transmitida por la televisión estatal, buscó deslegitimar el reconocimiento internacional y reforzar la narrativa oficialista contra la dirigente.
Rodríguez ironizó sobre la ausencia de Machado en el acto, asegurando que el evento fue un fracaso y que "parecía un velorio". La vicepresidenta también cuestionó el despliegue militar estadounidense en el Caribe, al que Machado ha expresado respaldo, y sostuvo que el Nobel está "desprestigiado" por haber sido concedido a la opositora.
Silencio oficial en Venezuela
Lo más llamativo es que en Venezuela no hubo cobertura oficial del Nobel. Los medios estatales evitaron mencionar el galardón, reflejando el férreo control informativo del régimen. La estrategia busca invisibilizar el reconocimiento, pero choca con la realidad: fuera de las fronteras, el mundo observa y celebra la premiación.
La ausencia de noticias en Caracas contrasta con la repercusión internacional. En Oslo, invitados venezolanos describieron un ambiente de júbilo, con comunidades en Europa y Estados Unidos siguiendo cada detalle. La narrativa oficial de "velorio" se desmorona frente a la evidencia de un premio que se convirtió en símbolo de resistencia democrática.
Un Nobel que incomoda
El chavismo intentó restar legitimidad al galardón, recordando polémicas pasadas del Comité Nobel y acusando a Machado de "belicista". Pero la imagen de su hija recibiendo el premio en Oslo, y el eco de las palabras de Machado agradeciendo a quienes arriesgaron su vida para ayudarla a salir del país, reforzaron el impacto político.
Un representante del Comando ConVzla respondió duramente a la metáfora oficialista, con un mensaje recordatorio de las muertes bajo custodia del régimen:
"Yo le iba a refutar, pero luego vi que ella sabrá lo que es un velorio al dejar morir a un dirigente venezolano en la cárcel, Alfredo Díaz".
El "velorio" de Delcy Rodríguez revela más de lo que intenta ocultar. En Venezuela, el silencio mediático confirma el control del régimen, pero fuera de sus fronteras el Nobel de Machado se impone como un hecho incontestable.
El mundo fue testigo de un escape clandestino y de una premiación que abre espacio para nuevos aliados internacionales. Aunque el chavismo intente negar la trascendencia, la crónica de este Nobel demuestra que la historia no se escribe en los comunicados oficiales, sino en la mirada global que hoy acompaña a María Corina Machado.

