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Salvando al caimán del Orinoco, el mayor depredador de los ríos de Sudamérica

Un grupo de 160 caimanes del Orinoco, en peligro crítico de extinción, fue liberado en el río Capanaparo como parte de un programa de conservación.

Salvando al caimán del Orinoco, el mayor depredador de los ríos de Sudamérica
Salvando al caimán del Orinoco, el mayor depredador de los ríos de Sudamérica (Reptiles)

03/05/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 03/05/2023

Un grupo de 160 cocodrilos del Orinoco, especie originaria de los llanos de Venezuela y Colombia, fueron liberados en el río Capanaparo, que atraviesa ambos países, luego de ser criados en cautiverio como parte de un ambicioso programa para salvar de la extinción a este enorme depredador. . El cocodrilo del Orinoco, que puede superar los 6 metros de longitud y los 400 kg de peso, se encuentra en peligro crítico según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Aunque se han liberado más de 10.000 ejemplares en los últimos 33 años, las poblaciones siguen estancadas. El programa de mejoramiento comenzó en Venezuela en 1990 con proyectos tanto estatales como privados. Solo hay unas 100 hembras adultas en estado salvaje en Venezuela, según la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Fudeci), una de las organizaciones que apoya el programa que llevó a la liberación de ejemplares jóvenes el pasado 30 de abril.

El cocodrilo del Orinoco, conocido como "caimán del Orinoco" en Venezuela y "caimán llanero" en Colombia, es en realidad un cocodrilo (Crocodylus intermedius). El folclore local venera a este animal con canciones como 'Mercedes', del fallecido músico venezolano Simón Díaz, que utiliza un caimán como metáfora del adulterio.

El animal estuvo al borde de la extinción en la primera mitad del siglo XX debido a la caza por su codiciada piel. Más de 2,5 millones de pieles fueron exportadas desde Venezuela entre 1931 y 1934, según cifras oficiales. Hoy, este comercio está prohibido, pero persisten las amenazas: el consumo de su carne y huevos y la contaminación de ríos y canales.

"Nosotros hacemos nuestra parte, está bien, para criar a los animales, criarlos y liberarlos, pero de ahí en adelante no depende de nosotros, tiene que haber protección, vigilancia, control, educación ambiental", dijo Federico Pantin, quien, junto con su esposa, Tuenade Hernández, dirige el zoológico fundado por su padre, Leslie, en Turmero (estado Aragua, centro-norte), dijo.

El zoológico es un centro de crianza en este proyecto junto con el rancho cercano Masagüaral (estado Guárico). "Tenemos una pareja fértil que produce los huevos que incubamos" y "las crías que nacen" en el zoológico, dijo Pantin. "También nos basamos en lo que se llama 'ganadero', capturar a los pequeños recién nacidos en el río y traerlos".

"La alternativa es muy exitosa porque la depredación en el medio natural es muy alta", explicó. Las crías pasan un año en el zoológico antes de ser liberadas. Más del 95% sobrevive, a diferencia de su hábitat natural, donde la gran mayoría terminaría siendo presa de aves, peces y otros reptiles.