25/10/2019 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
La empresa Emape, que hasta ahora sobrevive, mantenía a través del cobro de peajes la autopista que circula Lima, pero además, generaba los recursos necesarios para hacer una vía adecuada y moderna, con cabinas de peajes razonablemente en el lugar donde debían estar, y con tarifas razonablemente aceptables. Gracias a este dinero se podían hacer las obras metropolitanas en la ciudad de Lima.
Sin embargo, en un momento de esta historia a alguien se le ocurrió que sería un extraordinario negocio que esta empresa que era eficiente, debía ser entregada a manos privadas, a través de un sistema de concesiones. Y aparecieron los señores de OAS y de Odebrecht, y le sacaron en letrero de Emape, y pusieron sus letreros de Lamnsac y Rutas de Lima, y empezaron a cobrar el peaje.
Fue así que se empezaron a instalar cabinas de peajes con una arbitrariedad petulante, y se empezaron a cobrar tarifas que no tenían ningún criterio técnico y ninguna relación con los costos reales.
Tenemos en nuestras manos todos los elementos que en cualquier parte del mundo se necesitarían para declarar la nulidad de esos contratos, para entregarle a Emape la administración de los peajes, y para demandar a las empresas y a todos los funcionarios involucrados en esta corrupción.
Pero el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, parece más interesado que proteger los intereses de OAS y de Odebrecht, que de los de la ciudad. ¿Qué cosa está esperando? ¿Un 'chilenazo'? ¿Está esperando que, como en Chile, la gente se niegue a pagar los peajes? ¿Está esperando que la gente se indigne y se traiga abajo a las casetas de peajes? ¿Está esperando una explosión social?
Algo hay que hacer con este tema, y la responsabilidad tiene que estar en manos del Consejo Municipal que tiene que hacer de esto una prioridad. Hay que discutir esto ahora, este es el momento de hacer las cosas antes de que la paciencia de la gente se agote.
