17/11/2021 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 09/01/2023
Hasta anoche, y transcurridos más de 48 horas desde la renuncia de Walter Ayala al Ministerio de Defensa, el presidente Pedro Castillo mantenía silencio sobre quién sería el nuevo titular de este importante sector y si juramentaría en las próximas horas.
Lo sorprendente fue que ayer, por casi dos horas, el presidente Castillo se reunió con Ayala, cuya salida fue oficializada mediante un comunicado oficial de Palacio de Gobierno. El encuentro se realizó en la sede de gobierno, al mediodía y, a diferencia de los días anteriores, Ayala se fue sin declarar.
Castillo también se reunió con el general en retiro y actual viceministro de Minas, Jorge Chávez Cresta, ministro de Defensa en el gobierno de Martín Vizcarra y, en los inicios del régimen castillista, estuvo voceado para volver a dirigir ese portafolio.
Chávez Cresta llegó a Palacio de Gobierno con el ministro de Energía y Minas, Eduardo González Toro.
Como ya es habitual en Palacio, la oficina de prensa no informó y menos dio detalles de los temas tratados por el mandatario con sus visitantes, que fueron registrados en el portal Transparencia.
El Dato: El general Barrantes, en el 2011, fue candidato a primer vicepresidente en un partido que ya no existe y, en el 2016, fue candidato al Congreso por Perú Libertario, hoy Perú Libre, lo que confirma sus nexos con el polémico Vladimir Cerrón.
◼ Lo evalúan
Se supo que el presidente Castillo también evalúa la posible convocatoria del general en retiro, Wilson Barrantes, quien tiene vinculaciones con el Movadef y simpatías por el encarcelado Antauro Humala.
Barrantes causó polémica en el 2019, cuando invocó el derecho constitucional a la insurgencia y exigió al entonces presidente Martín Vizcarra a que renuncie, convoque a elecciones generales y se someta a la justicia por las denuncias de corrupción en su contra.
◼ La premier quería su renuncia
La salida de Ayala se precipitó tras las denuncias de los excomandantes generales del Ejército y la FAP, que lo acusaron, a él y al secretario de Palacio, Bruno Pacheco, de presionar a favor del ascenso de oficiales en el Ejército y la FAP. Ayala renunció antes de ser interpelado por el Congreso, pero también puso en evidencia que la primera ministra, Mirtha Vásquez, estaba a favor de su renuncia desde que se conocieron las denuncias.
