
27/08/2025 / Exitosa Noticias / Actualidad / Actualizado al 27/08/2025
La Primera Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Ucayali confirmó el 25 de agosto la condena de 28 años y 3 meses de prisión contra los madereros ilegales Hugo Soria Flores, José Estrada Huayta y los hermanos Segundo y Josimar Atachi Félix.
Ellos fueron hallados responsables del asesinato de los líderes asháninkas Edwin Chota, Leoncio Quintisima, Francisco Pinedo y Jorge Ríos, ocurrido en septiembre de 2014 en la comunidad Alto Tamaya-Saweto.
El tribunal también dispuso que la reparación civil a favor de las familias de las víctimas se eleve de S/50,000 a S/100,000, considerando la condición de vulnerabilidad de las viudas, pertenecientes a la etnia asháninka.
La condena responde al delito de homicidio calificado por alevosía, tipificado con penas que oscilan entre 15 y 35 años de prisión.
Condenados en libertad
Pese a la ratificación de la sentencia, los cuatro condenados se encuentran prófugos. Así lo informó la defensa legal de los agraviados del caso Saweto, Rocío Trujillo, en entrevista con la prensa.
Los hermanos Atachi Félix no asistieron a la audiencia de apelación, mientras que Soria y Estrada participaron de manera virtual. Ninguno de ellos se encuentra en prisión, aunque pesan órdenes de captura en su contra.
De acuerdo con la tesis fiscal, los sentenciados actuaron de manera coordinada para emboscar y asesinar a los dirigentes, quienes denunciaban de forma constante la extracción ilegal de madera en su territorio.
El testimonio de un colaborador protegido confirmó que los acusados planearon el crimen en represalia a las denuncias de Edwin Chota.
A pesar de la gravedad del caso y de la sentencia ratificada, las autoridades judiciales y policiales no han logrado ejecutar la detención de los responsables.
Impunidad en el Caso Saweto
El crimen de Saweto fue consecuencia directa del enfrentamiento entre las comunidades indígenas y los grupos dedicados a la tala ilegal en Ucayali.
En 2013, Edwin Chota denunció ante la Dirección Ejecutiva Forestal y de Fauna Silvestre la existencia de más de 800 trozas de madera extraídas sin autorización, lo que derivó en constantes amenazas contra él y otros dirigentes.
La Corte Superior de Justicia de Ucayali concluyó que los asesinatos respondieron a un ajuste planificado por los madereros ilegales. Sin embargo, a once años de los hechos, el cumplimiento de la condena sigue pendiente, pues los responsables permanecen en la clandestinidad.
Con esta situación, el caso Saweto aún no logra cerrarse completamente, ya que los autores de los asesinatos de los líderes asháninkas continúan prófugos de la justicia.