29/11/2020 / Exitosa Noticias / Exitosa perú / Actualizado al 09/01/2023
La muerte de la joven Mery Lucía Querevalú y de dos de sus amigos que se encuentran en grave estado ha sido el detonante para que esta semana todo Sechura (Piura) le exija justicia a la Policía y que se logre capturar al chofer que los embistió y que luego se dio a la fuga.
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El pasado 23 de noviembre del presente año, Mery Lucía, junto a sus amigos Renzo Chunga y Jonny Rumiche, había estado realizando las últimas coordinaciones para una presentación de su grupo folclórico “Fraternidad Artística Pasión y Encanto”.
Sin embargo, la mala suerte se les cruzó en el camino cuando a inmediaciones de la Avenida Víctor Temoche fueron intervenidos por un patrullero policial de la Comisaría de Sechura; mientras los efectivos les pedían los documentos, una camioneta - que iba a toda velocidad - terminó arrollando a los tres jóvenes y, en vez de brindar ayuda, el chofer del vehículo se dio a la fuga.
Los dos efectivos policiales que intervinieron a los jóvenes, pese a contar con un patrullero policial, habrían dejado escapar al irresponsable al volante, según información recaudad por nuestro medio. En un video, al que Exitosa Piura tuvo acceso, se observa cómo Renzo Chunga y Jonny Rumiche yacían inconscientes en el suelo.
Lamentablemente, Mery no resistió a las graves heridas en todo su cuerpo y falleció casi de forma instantánea. La joven bailarina apenas tenía 17 años y le esperaba un futuro prometedor, su muerte ha consternado a sus padres, quienes no logran asimilar su partida, pues la menor recién había empezado a estudiar la carrera de Administración de empresas industriales en un reconocido instituto peruano.
Mery no dejaba de lado sus estudios y en sus tiempos libre se ponía a practicar, conocía danzas latinoamericanas e incluso participaba en eventos públicos.
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Angélica Bernarda Eche Purizaca, madre de la joven, no cree que un irresponsable le haya quitado la vida a su menor hija. Los familiares tenían la esperanza que los efectivos de dependencia policial de Sechura atrapen al chofer, pero eso nunca fue así, puesto que transcurren los días y aún no hay respuesta de la autoridad policial.
◼ Cuestionamientos
El entierro de Mary fue como ella talvez lo esperaba, sus amigos de la agrupación folclórica le dieron un último adiós danzando aquellas canciones que practicaba en vida; mientras que familiares y amigos les realizaban un homenaje previo sepulto.
Durante el entierro empezaron las críticas hacia la investigación policial, y es que los familiares de Renzo Chunga y Jonny Rumiche señalaron - a Exitosa - que aún no conocen la identidad de los policías que participaron en la intervención policial y tampoco el paradero del chofer que causó la tragedia.
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La paciencia de las tres familias, cuyos seres queridos resultaron afectados en el mencionado accidente de tránsito, se agotó porque no obtenían respuestas del comisario de Sechura, mayor PNP Rolando Caballero, por lo que decidieron marchar por las principales calles de la ciudad donde recibieron el clamor de los vecinos, quienes también exigían justicia a toda voz y el esclarecimiento de los hechos.
Angélica Eche, madre de Mary, al no tener respuesta de la Policía se arrodillo y pidió al mayor policial que los dos oficiales que participaron en la intervención testifiquen en la Fiscalía de Sechura.
Sin embargo, pese al clamor popular, el comisario de Sechura, Rolando Caballero, no atendió el pedido de las familias, sin ver de cerca el dolor de perder a una hija; el alto mando de la Policía dijo que estuvo en una reunión y no pudo atender a los familiares, su ausencia fue calificada como una burla por la población sechurana.
Mary fue embestida por una camioneta, cuyo chofer en vez de auxiliarla se dio a la fuga, y los dos oficiales que habían participado en la intervención lo dejaron escapar. El mal conductor también dejó herido de gravedad a otros dos jóvenes que se debaten entre la vida y la muerte.
Esta es una nueva tragedia que nuevamente deja al descubierto que algunos policías no están preparados para afrontar una situación de este tipo, dejando escapar al asesino que hoy camina libremente por las calles de Sechura.
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