Robos sistemáticos en la parroquia de Pocollay generan preocupación mientras denuncia habría sido rechazadas

El último hecho ocurrió el 24 de octubre, cuando una cámara de videovigilancia registró a un sujeto merodeando los ambientes internos, revisando cajones y trepando las mamparas de vidrio para llevarse floreros. Sin embargo, no sería la primera vez: anteriormente se habían llevado imágenes de santos, una alcancía, y también pintaron de negro las figuras de la Sagrada Familia, generando indignación entre los feligreses.

Las denuncias se han convertido en el centro de la preocupación de los vecinos de Pocollay, luego de que personal de la parroquia Nuestra Señora de las Mercedes alertara que delincuentes vienen ingresando al templo de forma sistemática para sustraer diferentes objetos religiosos y de uso cotidiano. Según señalaron, la comisaría del distrito no habría aceptado formalizar las denuncias debido a que el valor de lo hurtado "no superaba los mil soles".

Robos reiterados y denuncias no atendidas en la parroquia

La comisaría de Pocollay no aceptó las denuncias porque dijeron que los objetos no pasaban los mil soles, aseguró un trabajador de la parroquia, quien pidió mantener su identidad en reserva por temor a represalias. 

Según relató, al menos tres intentos de denuncia habrían sido rechazados en los últimos meses pese a que el patrón de ingreso y sustracción sería el mismo.

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Ante esta situación, el jefe de la Región Policial, Gral. PNP Arturo Valverde Inga, confirmó que la institución ya investiga lo ocurrido y que se busca verificar qué efectivo policial atendió —o no atendió— a la persona que intentó denunciar.

hasta donde tengo conocimiento, efectivamente, sabemos que una persona se ha acercado a la comisaría; estamos averiguando qué efectivo la atendió", declaró. Añadió que, pese a ello, "el día de ayer, el comisario personalmente ya se comunicó con esa persona y han tomado conocimiento de los hechos.

El general también señaló que los objetos sustraídos corresponden a "pequeños enseres, como un florero, entre otras cosas", pero no descartó que detrás de estos hechos pueda existir un comportamiento compulsivo. 

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No podemos descartar que haya un cleptómano en la zona y la policía ya está tomando las diligencias para identificarlo y terminar con estos pequeños hurtos", afirmó.

Vecinos piden acciones inmediatas

Mientras tanto, feligreses y vecinos exigen que la policía refuerce la vigilancia y que se atiendan todas las denuncias sin importar el valor económico de los objetos, ya que señalan que también existe un daño moral y espiritual para la comunidad.

En medio de estos robos, la parroquia y las denuncias siguen siendo parte de un mismo reclamo ciudadano: que los hechos no queden impunes y que la seguridad en los espacios religiosos sea garantizada para todos.