
05/08/2025 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 05/08/2025
Las detenciones por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE por sus siglas en inglés) continúan, y con ello, las historias detrás de las deportaciones. Una de las últimas afectadas es una mujer de origen mexicano que vivía en Dallas, Texas, y que estuvo por casi tres décadas en Estados Unidos en condición de ilegal.
Una vida en las sombras
Identificada como Wendy Ochoa, nació en México y a los dos años, sus padres se trasladaron a territorio estadounidense. Su condición de ilegal se supo cuando en 2013, fue detenida por la policía por conducir en estado de ebriedad, cuando tenía 19 años.
Por este motivo, tuvo que cumplir con rigurosidad las asistencias a la corte para cumplir con los controles de las autoridades norteamericanas. Sin embargo, ese antecedente la persiguió y le causó dificultades cuando intentó regularizar su condición, por lo que trató de pasar desapercibida para evitar más trabas burocráticas.
La mujer deportada contó para Univisión que tuvo muchas dificultades a lo largo de su vida. Luchaba contra la esquizofrenia que padece y además, el ser ilegal no le permitió estudiar de la misma forma que sus amigos oriundos. Como estudiante internacional, no recibía la misma subvención económica, y eso le obstaculizó seguir estudios superiores.
Deportación y regreso a México
Su vida pareció dar un giro cuando conoció a quien se convirtió en su esposo. En Dallas, empezó un negocio de belleza el cual le ayudó a establecerse. Junto a su pareja, se mudaron a una nueva casa y en uno de los ambientes, habilitó un espacio para atender a sus clientela.
Pero todo cambió en junio último, cuando fue detenida por efectivos del ICE, quienes al percatarse de que tenía una orden de expulsión, procedieron a devolverla a México. En Estados Unidos, dejó su vida, su trabajo y las posesiones materiales que consiguió durante los casi 30 años que permaneció ahí.
Sin conocer a casi nadie en México, pudo contactar con algunos familiares, que le ayudaron a llegar a Los Ramones, en Nuevo León. Allí, se reencontró con su padre, quien hace años también fue deportado. Wendy Ochoa, contó que él no se encuentra bien de salud.
De esta manera, otra persona fue "víctima" del ICE, que actúa sin contemplaciones con los ciudadanos ilegales en Estados Unidos. El desafío para esta mujer, será realizar su vida en el país donde nació, pero del que no tuvo ningún contacto previo.