
04/06/2025 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 04/06/2025
Un preservativo de hace casi 200 años, fabricado probablemente con intestino de oveja y decorado con una escena subida de tono, se ha robado todas las miradas en el Rijksmuseum de Ámsterdam, convirtiéndose rápidamente en la pieza más comentada de su nueva exposición.
Preservativo de hace casi 200 años
La pieza no solo es antigua. Es también explícita y provocadora. El preservativo está hecho, "probablemente", con intestino ciego de oveja, y se remonta a los años 1830.
Lo más llamativo no es el material, sino lo que lleva impreso: una escena subida de tono donde una monja aparece sentada con las piernas abiertas, rodeada de tres clérigos que se levantan los hábitos para mostrar sus partes íntimas.
Justo encima de la escena, se puede leer en francés "Voilà mon choix" ("Esta es mi elección"), una frase que no solo suma picardía, sino que hace referencia directa al Juicio de Paris de la mitología griega.
En ese mito, el príncipe troyano debía elegir entre tres diosas cuál era la más bella. El grabado del condón juega con ese mito y lo parodia, invirtiendo los roles clásicos y haciendo burla del celibato y la represión sexual.
Preservativo fue adquirido en subasta
Según el museo, esta pieza fue adquirida hace unos seis meses en una subasta, pero recién se ha hecho pública con la inauguración de una muestra temporal que estará abierta hasta finales de noviembre. El preservativo se exhibe en la Sala de Grabados del Rijksmuseum, junto a otras piezas gráficas sobre sexualidad y prostitución.
"Representa tanto los aspectos más brillantes como los más oscuros de la salud sexual", indica el museo en un comunicado.
Y no es para menos. En el siglo XIX, hablar abiertamente de sexo era casi pecado, pero las enfermedades venéreas —como la sífilis— estaban a la orden del día.
Además, los anticonceptivos eran caros, reutilizables, y solo accesibles para ciertos sectores... como los clientes de burdeles elegantes, donde probablemente circulaba esta curiosa reliquia.
El Rijksmuseum, que alberga más de 750 mil obras en papel, dibujos y fotografías, nunca antes había tenido una estampa grabada en un preservativo. Hasta ahora.
El peculiar preservativo que hoy se exhibe en el museo de Ámsterdam es más que una rareza del pasado curioso y provocador. Se trata de una pieza con carga simbólica, histórica y cultural, que ayuda a entender cómo era vista y vivida la sexualidad hace casi 200 años.