
14/07/2025 / Exitosa Noticias / Salud / Actualizado al 15/07/2025
Un viejo hábito puede perder vigencia debido a los daños que puede hacer en el cuerpo. Las personas que hacen cualquier tipo de actividad física, en el gimnasio, fútbol, ciclismo, etc., suelen tomar una ducha tras concluir con su rutina, pero esto es algo que deben evitar.
La causa no es una cuestión de higiene, así lo explica el radiólogo español José Manuel Felices, del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixacaquien, quien recomienda no bañarse con el cuerpo caliente.
El cuerpo necesita tiempo para entrar en contacto con el agua
De acuerdo con el galeno, la explicación radica en que el cuerpo produce calor al ejercitarse y los músculos queman energía, lo que eleva la temperatura corporal. Por ende, los vasos sanguíneos se dilatan para compensarlo y esto facilita la sudoración que se evapora en la piel y disminuye la temperatura.
"Si terminamos el entrenamiento y nos vamos corriendo a la ducha, interrumpimos el proceso natural de regulación de la temperatura y puede dar lugar a mareos o incluso a síncopes", aseveró el doctor Felices.
Agregó que en el proceso el sudor se lleva consigo a las toxinas que se encuentran en la superficie de la piel y que la ducha interrumpiría ese ciclo. "No permitimos al cuerpo que termine de excretar esas toxinas, dejando una sensación de que no se ha completado la limpieza. Incluso como si siguiésemos sudando después de ducharnos", manifestó.
No hay que apresurar la ducha
El especialista indicó que el pH del sudor es ligeramente ácido protege a la piel de bacterias y agresiones externas que aparecen al ejercitarse. "Si te bañas muy rápido con jabones alcalinos, rompes ese equilibrio y la piel queda más indefensa, lo que puede causar irritación o resequedad".
Por último, el radiólogo español José Manuel Felices resaltó que el tiempo idóneo para entrar a la ducha es 15 minutos después de que el proceso fisiológico culmina. "Hidrátate, respira, estira, socializa con el entorno y luego date el baño necesario".
De esta manera se conoce como esperar unos minutos antes de ducharse no solo mejora el bienestar físico, sino que también protege la salud de la piel. Hacerlo parte del hábito deportivo puede marcar una gran diferencia.