15/11/2025 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 15/11/2025
El Comando Sur de Estados Unidos confirmó un nuevo ataque contra una narcolancha en el mar Caribe, una acción que dejó cuatro personas muertas y que se suma a la creciente escalada militar impulsada por Washington.
Según la entidad, los fallecidos fueron descritos como "narcoterroristas abatidos", manteniendo el tono firme que ha caracterizado esta campaña desde septiembre.
Con este operativo, la administración de Donald Trump acumula 20 bombardeos autorizados contra embarcaciones señaladas por narcotráfico, una cifra que eleva a 80 los muertos en el marco de esta ofensiva.
Las autoridades estadounidenses aseguraron que la embarcación atacada transitaba por una ruta conocida de contrabando ilícito y transportaba narcóticos, respaldándose en informes de inteligencia militar.
El mensaje difundido por el Comando Sur mostró imágenes de la nave acelerando antes de prenderse en llamas, un recurso comunicacional que marca un contraste con la práctica habitual del secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien suele anunciar personalmente estos operativos.
Washington refuerza su despliegue militar en el Caribe
El reciente ataque coincide con la suspensión de la Armada de México de la búsqueda de un sobreviviente tras un incidente similar ocurrido a finales de octubre.
Mientras tanto, Washington continúa reforzando su presencia militar en aguas sudamericanas con la inminente llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford, considerado el buque de guerra más avanzado de Estados Unidos.
El despliegue del portaaviones, trasladado desde el Mediterráneo, se integrará a la estructura de la recién oficializada "Operación Lanza del Sur", presentada formalmente por Hegseth.
Cuando el Ford arribe a la región, la misión sumará casi una docena de barcos y alrededor de 12.000 marineros e infantes de marina, ampliando significativamente la presión sobre redes criminales.
El Gobierno estadounidense sostiene que este incremento naval busca frenar el flujo de drogas hacia su territorio. Aunque los operativos se concentran mayormente en el Caribe, también se han registrado acciones en el Pacífico, una de las rutas clave para el transporte de cocaína procedente de los principales países productores.
Impacto político y reacciones ante la ofensiva
Analistas consideran que la presencia del portaaviones podría convertirse en un mecanismo de disuasión frente al régimen de Nicolás Maduro, acusado por Estados Unidos de dirigir actividades de narcotráfico.
Sin embargo, destacan que no existe consenso sobre la posibilidad de ataques estadounidenses en suelo venezolano, un escenario que elevaría aún más la tensión bilateral.
El secretario de Estado, Marco Rubio, reiteró que Washington no reconoce a Maduro como presidente y lo acusó de encabezar una "organización de transbordo" dedicada al tráfico de drogas.
En respuesta, Maduro denunció que la Casa Blanca está "fabricando" una guerra y ordenó una movilización "masiva" de tropas y civiles en Venezuela.
En el Congreso estadounidense, legisladores de ambos partidos han pedido mayor transparencia respecto a las identidades de los blancos atacados y sobre la base legal de las operaciones.
A pesar de ello, los senadores republicanos bloquearon una propuesta que buscaba limitar la autoridad de Trump para ordenar acciones militares contra Venezuela sin aprobación legislativa previa.
La nueva acción militar en el Caribe, que dejó cuatro muertos y elevó a 20 los ataques desde septiembre, se enmarca en la consolidación de la Operación Lanza del Sur, mientras Estados Unidos refuerza su presencia naval con el arribo del USS Gerald R. Ford. La ofensiva aumenta la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro y genera debate interno en Washington sobre su legalidad y alcance.

