ONU
31/05/2023 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 31/05/2023
El miércoles, un tribunal de la ONU confirmó en apelación la condena de dos exjefes de inteligencia serbios, aumentando sus penas de prisión a 15 años. Este juicio representa uno de los casos más importantes sobre crímenes de guerra durante el conflicto en Bosnia en los años 90.
Jovica Stanisic, quien fuera jefe de los servicios de seguridad del Estado bajo el difunto presidente serbio Slobodan Milosevic, y su adjunto en ese entonces, Franko Simatovic, habían sido condenados en 2021 y sus apelaciones fueron rechazadas. Asimismo, se incrementaron sus penas de prisión de 12 a 15 años.
El tribunal determinó que Stanisic, de 72 años, y Simatovic, de 73, formaron parte de un plan criminal para llevar a cabo la "limpieza étnica" de los no serbios en grandes áreas de Bosnia y Croacia. Este veredicto es significativo, ya que por primera vez vincula oficialmente las atrocidades cometidas en Bosnia con el régimen serbio de Milosevic, quien falleció en 2006 mientras estaba detenido en La Haya.
El fiscal general Serge Brammertz destacó la importancia de este veredicto, ya que implica la condena de funcionarios de Belgrado como parte de una empresa criminal conjunta. Munira Subasic, presidenta de una asociación de madres de Srebrenica que busca justicia para las víctimas de la masacre de 1995, afirmó que este veredicto podría contribuir a aliviar las tensiones que aún persisten en los Balcanes.
El tribunal confirmó las condenas por asesinato y otros crímenes de lesa humanidad, incluyendo persecución, traslado forzoso y deportación. Los jueces consideraron que ambos exjefes de inteligencia serbios habían ayudado y alentado a un "escuadrón de la muerte" serbio que cometió atrocidades en Bosanski Samac en abril de 1992. También fueron declarados culpables de formar parte de un plan más amplio para cometer otros delitos en los Balcanes y de ser responsables de un asesinato en Croacia en junio de 1992.
El tribunal señaló que Stanisic ya había cumplido siete años de prisión, mientras que Simatovic había cumplido un poco más de ocho años. Este caso representa el último juicio ante el tribunal de la ONU que se ocupa de los crímenes de las guerras que afectaron a la antigua Yugoslavia después de la caída del comunismo. Los dos hombres fueron arrestados en 2003, absueltos en un primer juicio en 2013 y luego se ordenó un nuevo juicio debido a un error de derecho.
El tribunal, conocido oficialmente como Mecanismo Residual Internacional de los Tribunales Penales, asumió los casos pendientes del Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY), que cerró en 2017. Varios sospechosos, incluyendo Radovan Karadzic, líder político serbio bosnio, y Ratko Mladic, líder militar, ya habían sido condenados a cadena perpetua por el tribunal de La Haya, pero ha sido más difícil establecer una conexión directa con Serbia en esos crímenes.
