Aprendieron la lección
06/03/2024 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 06/03/2024
La vida tiene extrañas maneras de enseñarnos las cosas y de hacernos aprender de nuestros errores. Sin embargo, a veces esto se lleva muy lejos, como un reciente caso donde un anciano dejó 63 dólares de una millonaria herencia a sus nietos porque no lo visitaban.
Se trata de Frederick Ward, un anciano de 91 años que falleció en Inglaterra. Su caso se popularizó pues dejó poco más de 58 euros como patrimonio a sus nietos, justificando su decisión en la falta de visitas frecuentes de estos.
La peor parte de esto fue que Ward alegó en su testamento que la situación se repitió incluso cuando estuvo hospitalizado por complicaciones de salud pulmonar.
Generó descontento en su familia
Esta situación provocó una fuerte discusión entre los familiares del anciano, e incluso desencadenó una trifulca entre Carol Gowing, Angela St Marseille, Amanda Higginbotham, Christine Ward y Janet Pett, que presentaron una demanda.
Sin embargo, el juez del Tribunal Superior desestimó la denuncia y consideró "totalmente racional" la decisión del fallecido.
Alegó también que el difunto estuvo "decepcionado" de excluir a sus nietos de la herencia debido a su "escaso contacto" con el mismo durante los últimos años.
Millonaria herencia
Luego de hacerse pública la noticia, indagaciones de medios británicos permitieron descubrir que Ward contaba con un inmueble valorizado en medio millón de dólares, además del patrimonio el cual fue repartido entre sus hijos.
Además, una gran parte de la millonaria herencia le correspondió a Frederick Jr, uno de los herederos del demandado que falleció años atrás.
Las nietas de Frederick no terminaron satisfechas con el resultado del juez, señalando que sus tíos habían "influido indebidamente" en esta repartición, lo que terminó siendo desestimado por el tribunal, expresando que no había suficientes pruebas.
¿Cómo se repartió el dinero?
El juzgado terminó por determinar que la herencia se repartiría a disposición de fallecido, que repartió el dinero entre los familiares que lo habían visitado más, dejando con poquísimo dinero a sus nietos, los que menos lo visitaban.
Esto, pues se subrayó la correspondiente autonomía de las personas para distribuir sus bienes como consideren oportuno, destacando la importancia de las relaciones personales en la toma de decisiones.
Se podría decir que la historia de Frederick Ward dejó una enorme moraleja a sus nietos, pues el anciano les dejó solo 63 dólares de toda su millonaria herencia.
