05/12/2025 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 05/12/2025
La ceremonia del sorteo de la Copa Mundial 2026 en Washington tuvo un giro inesperado: la FIFA entregó a Donald Trump el recién creado "Premio de la Paz", un reconocimiento que, según Gianni Infantino, busca "destacar a líderes que promuevan la unidad global".
Trump recibió una medalla y un trofeo dorado con su nombre, en un acto que se aparta por completo del ámbito deportivo.
Un premio cuestionable
El anuncio llega apenas semanas después de que Trump no lograra ganara el Premio Nobel de la Paz, finalmente otorgado a la opositora venezolana María Corina Machado.
La coincidencia no pasó desapercibida: mientras Machado dedicaba parte de su galardón a Trump por "su apoyo decisivo", la FIFA optó por inaugurar un premio paralelo que, curiosamente, recayó en el mandatario estadounidense.
La iniciativa resulta, cuanto menos, llamativa. En lugar de reforzar su misión deportiva, la FIFA se adentró en el terreno político, otorgando un reconocimiento que parece suplir un sueño no cumplido. Para diversos medios, el gesto deja flotando la sensación de que se inventó un premio para llenar un vacío simbólico.
Cercanía y contradicciones
La relación cercana entre Infantino y Trump ha sido evidente. El presidente de la FIFA llegó incluso a declarar que Trump merecía el Nobel por sus gestiones en Gaza. Sin embargo, esta cercanía contrasta con la postura del mandatario frente a otros espacios de representatividad internacional, especialmente aquellos vinculados a sectores progresistas, a los que suele criticar con dureza.

La llamada con Machado
Trump aseguró que, tras conocerse el Nobel de Machado, ella lo llamó para decirle que lo recibía "en su honor" y que él "lo merecía". No obstante, no existe confirmación independiente de esa conversación, lo que deja la declaración en el terreno de la palabra del propio mandatario.
Así, el premio llega en una semana marcada por tensiones internacionales: la administración Trump enfrenta críticas por ataques letales contra embarcaciones en el Caribe, mientras endurece su discurso contra la migración. En ese marco, la entrega de un galardón por la paz parece desentonar con la realidad política y militar del momento.
La creación del "Premio de la Paz" de la FIFA podría haber pasado desapercibida como un gesto simbólico. Sin embargo, al ser otorgado en su primera edición a Donald Trump, se convierte en un acto cargado de contradicciones.
Entre la cercanía con Infantino, la sombra del Nobel perdido y el contexto de tensiones internacionales, la pregunta inevitable es si este reconocimiento realmente refleja un compromiso con la paz o si responde más a la necesidad de fabricar un triunfo político.

