
17/09/2025 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 17/09/2025
Este 17 de septiembre de 2025, Donald Trump anunció a través de su red social Truth Social que designará a Antifa como organización terrorista en Estados Unidos.
En su mensaje, calificó al movimiento antifascista como "un desastre radical de izquierda, peligroso y enfermo". La medida implica además un pedido de investigación contra quienes financien o apoyen económicamente a estas agrupaciones.
La declaración presidencial busca reforzar la política de seguridad interna en un contexto donde la administración republicana ha puesto énfasis en combatir lo que considera "extremismo de izquierda". Según Trump, la investigación a los presuntos patrocinadores se realizará bajo "los más altos estándares y prácticas legales".
El anuncio, sin embargo, abre un nuevo debate sobre la naturaleza real de Antifa, un movimiento que no se estructura como organización formal, sino como una red descentralizada de colectivos y activistas que operan de manera autónoma.
Origen y símbolos del movimiento antifascista
El movimiento conocido como Antifa tiene sus raíces en Europa durante las décadas de 1920 y 1930, cuando diversas agrupaciones se organizaron para resistir el avance del nazismo y el fascismo. Desde entonces, ha mantenido una presencia intermitente en distintos países, adoptando símbolos que reflejan su historia.
Uno de los emblemas más reconocidos es su bandera, que combina el rojo del socialismo con el negro del anarquismo. Aunque estas corrientes suelen ser antagonistas dentro de la izquierda, durante el auge del fascismo en Europa se vieron obligadas a colaborar.
Hoy en día, esa bandera es visible en protestas contra movimientos ultraderechistas tanto en Estados Unidos como en Europa, e incluso se fusiona con otros símbolos, como la bandera LGBT, en marchas de carácter diverso.
La identidad de Antifa no responde a un liderazgo central ni a un programa político uniforme. Sus acciones se organizan de manera horizontal y autónoma, lo que dificulta su categorización bajo los parámetros habituales de "organización terrorista" definidos por el gobierno estadounidense.
Antifa en la política y las protestas en EE.UU.
El movimiento cobró protagonismo en Estados Unidos a partir de 2016, con la primera candidatura presidencial de Trump y el resurgimiento de los grupos supremacistas blancos.
Su presencia se hizo aún más visible tras la violenta manifestación de Charlottesville, Virginia, en 2017, donde confrontó directamente a manifestantes de ultraderecha.
Otro punto de inflexión llegó en 2020 con las protestas del movimiento Black Lives Matter tras el asesinato de George Floyd. En aquel contexto, ciudades como Portland se convirtieron en epicentros de enfrentamientos entre activistas antifascistas y fuerzas de seguridad.
Para especialistas como el historiador Mark Bray, el auge contemporáneo de Antifa responde a una reacción directa frente al supremacismo blanco, fenómeno que ha ganado espacio en los últimos años dentro de la política y sociedad estadounidense.
Con la nueva designación anunciada por Donald Trump, se abre un escenario complejo que no solo involucra la criminalización de un movimiento descentralizado, sino también el riesgo de que esta decisión se utilice para restringir la protesta social y el activismo político en el país.