
27/09/2025 / Exitosa Noticias / Mundo / Actualizado al 27/09/2025
El gobierno de Rusia reaccionó con firmeza a los recientes comentarios del expresidente estadounidense Donald Trump, quien sugirió que la OTAN debería derribar aviones rusos en caso de incursiones en su espacio aéreo.
Moscú consideró estas expresiones como "imprudentes e irresponsables", subrayando que podrían tener "consecuencias peligrosas" en un contexto internacional ya marcado por tensiones militares.
Desde el Kremlin, se planteó que este tipo de discursos incrementa la presión diplomática y alimenta un clima de hostilidad, lo que podría dar lugar a incidentes de difícil control.
En su comunicado, el Gobierno ruso recalcó su postura de mantener una narrativa de defensa y no de provocación, afirmando: "Construimos paz, no amenazas".
La respuesta rusa llega en un momento delicado, pues varios países europeos han expresado inquietud por posibles violaciones de su espacio aéreo, lo que aumenta la sensibilidad del tema en la región.
Denuncias de incursiones y posiciones enfrentadas
En las últimas semanas, Polonia, Rumanía y Estonia reportaron presuntas incursiones de drones y aviones rusos en sus territorios. Incluso en Dinamarca se detectaron aparatos no tripulados en aeropuertos.
Sin embargo, Moscú negó categóricamente estos señalamientos, asegurando que no se ha presentado ninguna prueba convincente que los respalde.
Para el gobierno ruso, estas acusaciones forman parte de un intento de justificar el refuerzo militar de la OTAN en su flanco oriental, lo que eleva aún más el nivel de desconfianza entre ambas partes.
Por su lado, la OTAN se pronunció con cautela. Si bien advirtió a Rusia que las acciones de escalada deben cesar y aseguró estar lista para proteger a todos sus miembros con los medios disponibles, evitó apoyar la propuesta de Trump de derribar aviones rusos.
El bloque atlántico mantiene así su línea de contención y disuasión, buscando equilibrar la seguridad regional sin provocar una confrontación directa.
Europa debate nuevas defensas aéreas
En paralelo al cruce diplomático, la Unión Europea abrió un debate sobre cómo reforzar sus defensas frente a amenazas aéreas no tripuladas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso la creación de un muro de defensa contra drones, iniciativa que marcaría un paso importante en la cooperación militar del bloque.
Durante las primeras discusiones, Alemania pidió actuar con prudencia, preocupada por un posible aumento de tensiones, mientras que Estonia calificó las recientes incursiones como una amenaza directa a la seguridad regional.
Estas posiciones reflejan la división interna de Europa entre quienes buscan preparar una respuesta más firme y quienes temen que cualquier medida precipitada pueda derivar en una escalada mayor.
El escenario europeo, por tanto, combina acusaciones, respuestas defensivas y propuestas de seguridad, mientras la relación entre Rusia y Occidente sigue marcada por la desconfianza y la amenaza de incidentes que podrían pasar de lo diplomático a lo militar en cuestión de horas.