
10/08/2025 / Exitosa Noticias / Salud / Actualizado al 10/08/2025
El Ministerio de Salud (Minsa) alertó que la temporada de invierno, esperada por muchos, también trae consigo un aumento de enfermedades oculares.
Entre las más comunes se encuentran el ojo seco, la conjuntivitis, la blefaritis, la fotofobia y la inflamación de las vías lagrimales, todas asociadas a la disminución de la humedad y a la exposición prolongada al frío.
Aire frío y seco: principales desencadenantes de enfermedades oculares en invierno
Durante los meses más fríos del año, el aire pierde humedad y se vuelve seco, lo que provoca que los ojos se deshidraten con mayor rapidez. El ojo seco es una de las afecciones más comunes y genera irritación, enrojecimiento y sensación de arenilla.
La conjuntivitis alérgica también se incrementa en esta época debido al viento frío y al contacto con alérgenos presentes en el ambiente, causando inflamación de la conjuntiva, lagrimeo excesivo y picazón.
La blefaritis, por su parte, se caracteriza por la inflamación de los bordes de los párpados, muchas veces agravada por la resequedad ambiental y la acumulación de bacterias o partículas de polvo.
El frío también puede inflamar las vías lagrimales y agravar molestias visuales
El Minsa explicó que, además de resecar los ojos, las bajas temperaturas pueden afectar las vías lagrimales, provocando su inflamación y dificultando el drenaje natural de las lágrimas.
Esto genera incomodidad, visión borrosa e incluso dolor ocular. Asimismo, la exposición a la radiación ultravioleta en invierno, aunque suele ser menos evidente que en verano, continúa representando un riesgo para la salud visual.
Por ello, los especialistas recomiendan no subestimar el impacto del clima frío y seco sobre los ojos, ya que estas afecciones, si no se tratan a tiempo, pueden derivar en complicaciones más graves.
Recomendaciones para proteger la salud ocular y prevenir complicaciones
Para prevenir estos problemas, el Minsa aconseja el uso de lentes oscuros que bloqueen tanto el viento como la radiación UV. También recomienda aplicar lágrimas artificiales prescritas por un oftalmólogo para mantener la lubricación ocular y beber suficiente agua durante el día para evitar la deshidratación.
Otra medida clave es evitar frotarse los ojos, ya que esta acción puede agravar la irritación e introducir microorganismos que provoquen infecciones. Ante cualquier síntoma como enrojecimiento persistente, dolor, secreción anormal o disminución de la visión, se debe acudir de inmediato a un establecimiento de salud para recibir atención especializada.
El Ministerio de Salud recuerda que los ojos, al igual que la piel, requieren protección constante frente a los factores ambientales, incluso en días nublados o con temperaturas bajas.