24/11/2025 / Exitosa Noticias / Política / Actualizado al 24/11/2025
El presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, descartó este lunes que el Gobierno contemple ingresar por la fuerza a la embajada de México en Lima para ejecutar la orden de detención contra la ex primera ministra Betssy Chávez, quien permanece en dicha sede diplomática tras solicitar asilo.
La afirmación del premier distó de las declaraciones dadas por el presidente interino José Jerí, quien días antes había señalado que "si tiene que ingresarse a la embajada mexicana, se hará". Para Álvarez, esas palabras fueron "descontextualizadas" y no deben interpretarse como una intención real de violar el derecho internacional.
"Lo manifestado por el mandatario es el sentimiento de la mayoría de peruanos", dijo Álvarez.
Sin embargo, subrayó que "no es posible sustraer a una persona de una sede diplomática", incluso si existe una orden judicial vigente.
Legalidad vs. Emotividad
Álvarez, quien fue presidente del Tribunal Constitucional, recordó que tanto él como el canciller Hugo de Zela conocen los límites que impone el derecho internacional.
"Por más emotividad y por más de que sea requerida por la justicia peruana, no es posible irrumpir en una embajada", afirmó.
El premier reconoció que existe una frustración legítima en la ciudadanía frente a la situación de Chávez, pero insistió en que el Ejecutivo actuará dentro del marco legal.
"Hay normas constitucionales que limitan la voluntad de los gobernantes", sentenció.
Chávez y la tensión diplomática
El 21 de noviembre, el juez Juan Carlos Checkley dictó prisión preventiva por cinco meses contra Betssy Chávez, revocando su comparecencia con restricciones. La ex primera ministra es investigada por el presunto delito de rebelión, vinculado al intento de golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo el 7 de diciembre de 2022.
Desde entonces, Chávez permanece en la embajada de México en Lima, donde ha solicitado asilo. La Fiscalía solicita una pena superior a 10 años de prisión. La situación ha generado fricciones diplomáticas, especialmente tras las declaraciones de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, quien denunció una supuesta "persecución política" en Perú.
"Somos un país soberano y nuestras relaciones se han lesionado porque otros presidentes han permitido estos excesos. Yo no lo voy a permitir", respondía Jerí.
El caso sigue generando tensión entre el Ejecutivo peruano, el sistema de justicia y la diplomacia internacional. Mientras el presidente asegura expresar el sentir de un sector ciudadano, el premier Álvarez recuerda que el respeto al derecho internacional es ineludible, planteando de nuevo la duda sobre si estamos dispuestos a romper todo vínculo con México.

